Características principales del pensamiento económico de los s. XVI y XVII en diferentes países:
Castilla
En esta zona el mercantilismo adoptó la forma del arbitrismo. El arbitrismo es la corriente de literatura, de contenido político y económico, propia de
La relación entre monarca y arbitrista se inspira en el deber de consejo que tenía todo súbdito hacia el rey, porque cualquier súbdito puede concertar un consejo o arbitrio con soberano. Y la persona que entrega un memorial o arbitrio y su propuesta gusta recibe una retribución. Por ello, esto reproduce los esquemas políticos de Castilla, donde cualquier persona puede llevar una serie de escritos a cambio de una merced. Se puede percibir que el arbitrismo es un cúmulo de estudios muy heterogéneos donde había escritos muy logrados y otros que no. Esto hizo que en los s. XVI y XVII la figura del arbitrista no estuviera muy valorada como ya se ha dicho anteriormente, aunque a partir de Campomanes se restaura la idea del arbitrista porque dentro del arbitrismo existen escritos muy logrados.
El arbitrio que da lugar al arbitrismo es el Memorial al Rey para que no salgan dineros de España de Luis Ortiz de 1559, en el que se denuncian diferentes males Intuyó el concepto de estructura económica en su profunda descripción de
Otros precursores destacados de la corriente arbitrista en España fueron:
-Sancho de Moncada: economista y pensador español. Prácticamente no se conoce ningún dato acerca de su biografía, ni siquiera sus años de nacimiento y muerte. Por el tono de sus ideas y la fecha de la primera edición de su obra, se supone que debió estudiar en
-Luis Ortiz: pensador español. No se conocen casi datos acerca de su biografía (ni siquiera los años en que nació y falleció). Sólo que fue contador (funcionario de
- Tomás de Mercado: religioso, teólogo y moralista español, continuador de la corriente económica de
-Juan de Marina: escritor, sabio biblista e historiador español. Nació en Talavera de
Sus principales obras son las conocidas como Historia y De rege. Historia de rebus Hispaniae XXV libri (1592), que fue publicada en 1605 en Maguncia; con 30 libros en castellano —traducida por el mismo Mariana en 1601— y el título de Historia general de España. Abarca la historia de España y Portugal desde los tiempos remotos hasta los Reyes Católicos; su concepción consistía en que Castilla era, y debía seguir siéndolo, la cabeza del súper-Estado. En De rege et de regis institutione (Del rey y de las instituciones reales, 1599), exponía su teoría sobre la monarquía y los deberes del príncipe, que debe someterse como cualquier otro ciudadano a las leyes morales y del Estado, y además justificaba el tiranicidio. Ambas obras tuvieron una influencia importante en la época y despertaron no pocas polémicas. Su latín es intachable y sigue el estilo de Tito Livio, Tácito y Tucídides.
Otras obras interesantes suyas son Tractatus septen (Colonia, 1609) sobre cuestiones de la vida social y económica, y Discurso de los grandes defectos que hay en la forma de gobierno de los jesuitas (1609).
El tema principal que preocupaba a los arbitristas no es otro que el de la decadencia de Castilla para lo que analizaron diferentes aspectos como por ejemplo el sistema productivo o la forma en la que se puede mejorar la agricultura.
Pero a pesar de todo lo aportado por los arbitristas, Heckscher considera a este mercantilismo como menos evolucionado. Para él el mercantilismo tendría dos fases:
- Menos evolucionado: los casos castellano y portugués.
- Más evolucionado: el caso francés e inglés, los cuales son posteriores.
A partir del s. XVIII en España se dará el proyectismo. Hay autores que consideraran el proyectismo como algo diferente al arbitrismo, mientras que otros concebirán que los proyectistas son una continuación de los arbitristas, pues el objetivo de ambos es sacar los problemas e intentar solucionarlos. También en el s. XVIII tendremos escritos de carácter económico que responderán a ese deseo. Aunque es necesario señalar que los proyectistas al igual que los arbitristas eran poblacionistas, y ambas propondrán mejoras para algunos fundamentos sociales del Antiguo Régimen.
Entre los proyectistas destacaron:
-Bernardo Ward: economista irlandés del s. XVIII que en 1750 recibió de Fernando VI el encargo de recorrer diferentes comarcas de Europa para examinar el estado del comercio. A su vuelta a España fue nombrado presidente del Tribunal de comercio y director de las casas de la moneda, y la fábrica de cristales de San Ildefonso. También fue Bernardo el que ideo el sistema de carreteras radiales, que se pondrá en práctica con Carlos III (Despotismo Ilustrado), así como un sistema de gobierno en América para solucionar los problemas que él detectaba.
- Jovellanos: literario, juriconsulto, poeta, economista, anticuario, magistrado y hombre político español, el cual perteneció al grupo de los dirigentes ilustrados y participó de manera asidua en la tertulia que el intendente Olavide organizaba en su residencia del alcázar, donde Jovellanos tuvo la oportunidad de aquilatar su ideario ilustrado y de cultivar su afición a las letras, redactando numerosos informes fiscales. Fue nombrado Alcalde de Casa y Corte, y el 20 de octubre de 1778 tomó posesión de su nuevo cargo en Madrid. En seguida comenzó a ser un personaje conocido en la corte en su doble faceta de magistrado y de hombre de letras, debido tanto a sus propios méritos, como a la protección de Campomanes. Ese mismo año ingresó en
Inglaterra
El mercantilismo inglés se va a caracterizar por ser un pensamiento económico muy heterogéneo, en el que existieron al menos cuatro temas importantes:
1. Doctrina de balanza comercial favorable: cuando se exporta más de lo que se importa,
se retenía metal precioso en el interior de las fronteras de un Estado, lo cual permitía su fortalecimiento tanto económico como político. Los autores que defienden estas teorías son:
-Thomas Mun: economista británico al frente de
En un segundo libro (publicado tras su muerte), England´s Treasure by Foreign Trade, el autor continuaba con sus argumentaciones mercantilistas para afirmar que sólo una balanza de comercio anual superavitaria proporcionaba riqueza para el país. Esta tesis, defendía una visión global del comercio de la nación, frente a las teorías de otros autores que mantenían la necesidad de que todas la operaciones fueran beneficiosas.
- Gerrard Malynes: Comerciante, y fecundo escritor inglés en materias económicas (conocido en los años 1586-1641). Era hijo de un comerciante de Amberes, tratante en lanas, pero de joven pasó a Londres donde fue miembro de
- Edward Misselden: Uno de los primeros tratadistas de asuntos económicos, afecto a las ideas y prácticas mercantilistas predominantes en su época (Conocido entre 1608 y 1654). Trabajó con otros fabricantes de artículos de lana en contra del monopolio llamado de los Merchant Adventurers, pero el resultado fue una fuerte depresión industrial y comercial que hizo impopular al movimiento. Es uno de los mejores tratadistas de su tiempo, siendo sus obras más importantes Free Trade or, the Meanes to Make Trade Flourish (1622) y The Circle of Commerce (1623).
2. La doctrina de balanza comercial en términos de estímulo de la renta y empleo: algunos autores como Misselden y Mun defendían que había que exportar más que importar, mientras que otros como Josiah Child y John Cary defendían que la exportación sería un medio para obtener más empleo en el país, porque de algún modo si se exporta se crea trabajo y riqueza.
Esta idea se vio favorecida gracias al economista irlandés Richard Cantillon, y concretamente a su obra Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general, publicado de forma póstuma, en 1755, en Londres. En 1880 el economista británico William Stanley Jevons popularizó esta obra, a la que calificó como “cuna de la economía política” por su sistemático análisis de casi todo el campo de acción de la economía.
La primera parte del libro define la riqueza basándose en la tierra y el trabajo. Afirmaba que el tiempo y la dificultad de aprender un tipo de trabajo, el riesgo que supone llevarlo a cabo, y la capacidad y responsabilidad que se requieren por parte del trabajador deben ser factores que se tengan en cuenta en el pago de los salarios. Se trata del germen de la teoría salarial de Adam Smith. Cantillon también definió el paso del valor real (dependiente de los costes de producción) al valor de mercado (que a su vez depende de la oferta y de la demanda). Según su teoría, el dinero (en papel o moneda) no refleja el verdadero valor de la riqueza de una nación, en tanto que la tierra es la verdadera fuente de aquella. Esta doctrina fue reconocida por François Quesnay.
En opinión de Cantillon, la tierra genera tres tipos de beneficios: el salario del agricultor, los márgenes del comerciante y la renta del propietario. Para él, las empresas no agrícolas no proporcionaban este tercer tipo de beneficio. En su obra, Cantillon analiza también temas como el trueque, los precios de mercado, la circulación de moneda, el crédito, los intereses y sus causas, las subidas y bajadas de los tipos de interés, el comercio exterior y la banca. Sus ideas se anticiparon a las teorías de Thomas Robert Malthus sobre la población. Escribió que “cuando los hombres tienen ilimitados medios de subsistencia se multiplican como ratones en un granero; y proporcionalmente los ingleses en las colonias son tres veces más numerosos que en la metrópoli, porque tienen tierra que cultivar”. Fue el primero en utilizar el concepto de valor intrínseco o real (que actualmente se denomina valor normal) y demostró su relación directa con el valor del mercado. Sus estudios sobre estos y otros temas, como el efecto de un incremento de la cantidad de moneda en circulación sobre el nivel general de los precios, le sitúan por delante de su tiempo.
3. Tipo de interés: se tratará de que el precio del dinero descienda, aunque para ello pondrán mecanismos no demasiado sofisticados, pues según Childe y Locke en el s. XVII en la década de los 60 existía un gran pesimismo por diversas causas (peste, enfrentamiento con Holanda…), pensando que si se ponía más dinero en circulación descendería el tipo de interés aumentando, sin embargo, la inflación.
4. Afán de cuantificación de algunos autores: especialmente el economista y estadístico inglés William Petty . Se le considera el más destacado tratadista sobre impuestos antes de la aparición de Adam Smith. Su obra más importante, y notable en la época en que fue escrita, es A Treatise of Taxes and Contribution (Londres, 1662). A su libro The Political History of lreland (1691) le añadió un estudio titulado Verbum sapienti, en el que trata de demostrar cómo puede computarse la riqueza nacional de un país. En su Quantulum cunque (Londres, 1695), se ocupa de los problemas monetarios y condena las restricciones impuestas a la exportación de metales preciosos, alegando también que las limitaciones en las tasas de interés son entretenimientos triviales. Hizo un estudio comparativo de la posición económica de los países conocidos en su Political Arithmetick (1690), trabajo muy apreciable teniendo en cuenta las dificultades de información en el siglo XVII.
NOTA: Esta entrada ha sido realizada por Rafa. Debido a problemas tecnicos lo he tenido que colgar desde el perfil de Ana, quien amablemente me ha ayudado.
1 comentario:
La primera imagen es William Petty y la segunda de Gaspar Melchor de Jovellanos.
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